Son hormigones que se proyectan sobre una superficie utilizando equipos de bombeo y lanzas de proyección. Se evita el encofrado de al menos una de las caras. A esta técnica se la conoce como gunitado vía húmeda.

Las mezclas requieren propiedades especiales, sobre todo, referidas a la productividad de la operación y el control de desperdicio de material. Los tamaños máximos suelen ser pequeños y los contenidos de cemento elevados, acordes a los equipos de bombeo que se utilizan habitualmente. 

Los usos más frecuentes para la industria del hormigón elaborado son construcción de tabiques en submuraciones, construcción de tanques y piscinas, estabilización de taludes y tunelería. También se usa en ciertos trabajos de reparación.

Preferentemente se recomienda minimizar las distancias entre tolva de bomba y boca de proyección.

El control de calidad de estos hormigones no es solamente sobre probetas similares a las del resto de los hormigones sino que involucra también la técnica de colocación, por lo que tiene una fuerte dependencia del colocador. La normativa indica que se haga en probetas y testigos.